El cambio de pasar del calor del verano al frío del invierno hace que muchas veces nos apaguemos y merme nuestra motivación para salir al exterior. Pero antes de empezar con el plan de "sofá-peli-manta", tal vez sería bueno plantearse los beneficios de ejercitarse al aire libre.
Aparte de tranquilizarnos de cara al más que probable aumento de peso, hacer deporte al aire libre tiene muchos beneficios que quizás todavía no nos hemos planteado.
Hay mucha gente que quiere evitar el frío, pero es una buena manera de recibir dosis de luz solar, lo que muchos estudios demuestran que mejora el humor de las personas y, además, ayuda a absorber vitamina D, muy necesaria para nuestro organismo.
Ejercitarse durante el invierno también aumenta considerablemente la inmunidad sobre diversas enfermedades características de esta época, como podría ser la gripe. Unos pocos minutos de ejercicio al día nos ayudarán a combatir bacterias y virus que de otra manera nos hubieran afectado mucho más.
Otro beneficio que seguramente no se le había ocurrido es que temblar es un mecanismo natural de nuestro cuerpo para producir calor, y esto provoca que se quemen una gran cantidad de calorías. Muchas más de las que quemaríamos tumbados en un sofá, ¿verdad?
Sabemos de la pereza que puede hacer el salir a hacer deporte cuando hace frío y mal tiempo, pero hay varias ventajas a ejercitarse con frío en comparación a hacerlo cuando hace buen tiempo y calor.
El calor y la humedad son casi inexistentes durante el invierno, y la fresca de la época puede hacerte sentir más despierto y vigoroso. Ejercitarse en temperaturas extremas aumenta la habilidad de cada uno de mejorar notablemente la resistencia física y mental. Sin embargo, siempre tendremos que tener cuidado a la hora de llevar a cabo estas actividades.
Estos consejos nos ayudarán a practicar deporte de una manera segura, y disfrutar mucho más del aire libre. ¿Te animas a salir de casa?