En cualquier sector, sea profesional, lúdico, deportivo, de carácter general e incluso particular o del hogar, la contratación de un seguro de responsabilidad civil es una garantía de tranquilidad. La contratación de un seguro de responsabilidad civil hace frente a cualquier consecuencia producida por una acción que hayas cometido, como particular, directivo, empresa o autónomo, y afecte a terceras personas o entidades de cualquier naturaleza. Es un recurso clave para tener todo bajo control, con la protección que quieres en todo momento y con el soporte integral y efectivo de tu compañía aseguradora.
Es la mejor respuesta para cualquier eventualidad que se dé en el ámbito doméstico y el daño causado afecte a otras personas o viviendas. La aseguradora se hará cargo de restaurar o arreglar los desperfectos a fin de que la parte afectada quede en el mismo estado anterior al incidente. En caso de que el daño afecte a personas, el seguro de responsabilidad civil, como norma general, cubre las acciones que puedan provocar daños por otros miembros de la familia o convivientes del hogar. En esta póliza que incluye el seguro de responsabilidad civil, se pueden incluir varias coberturas habituales en un hogar como los daños causados por un edificio, por unas obras, por fugas de agua..., y si abarca la responsabilidad civil familiar, podemos encontrar coberturas sobre la actividad personal, daños ocasionados por las mascotas o personal doméstico, incendio o explosión, etc.
Si hay un factor que tienen muy en cuenta los trabajadores por cuenta propia, es la seguridad personal y de la actividad económica. Poner en marcha un negocio comporta invertir muchas ilusiones, trabajo y dinero que es mejor tener bien asegurado. Así,
Sea pequeña, mediana o grande, toda empresa debe contar con un seguro de responsabilidad civil. Al igual que en el caso de los trabajadores autónomos, las actividades que desarrolla una empresa comportan ciertos riesgos que no siempre pueden controlarse al 100%. Siendo así, hay que tener cubiertos aspectos que pueden sucederse de forma involuntaria como una inundación, un incendio, accidentes de empleados o una mala señalización de un escalón... sí, también. Sin olvidar la cobertura por paralización del negocio, lo que puede acarrear un desenlace fatal para la viabilidad del negocio si no se tiene una póliza adecuada.
Así, resulta imprescindible contar con un seguro de responsabilidad civil para quedar exentos de las cargas económicas que pueda ocasionar cualquier daño involuntario cometido en un entorno laboral a un tercero.
Como vemos, existen distintas modalidades de seguro de responsabilidad civil para multitud de situaciones y adaptadas a las necesidades de cada cliente o negocio. Un seguro de responsabilidad civil engloba un abanico infinito de posibilidades y es necesario contemplar cualquier fatalidad que se pueda ocasionar o sufrir un riesgo. El peligro está presente en todos los ámbitos: personal, profesional y empresarial. Es el formato de seguro más contratado teniendo en cuenta su función social, puesto que puede incluir o estar destinado a asegurar desde un trabajador a un alto cargo ejecutivo, los daños ocasionados por un miembro menor de edad de la familia o una mascota.
Habla con nosotros, te asesoraremos de todas las posibilidades y las mejores condiciones adaptadas a tus necesidades. ¿El objetivo?, que alcances la tranquilidad que estás buscando en todos los entornos de tu vida.